El próximo 1 de marzo los habitantes de una parte de Euskal Herria estan llamados a las urnas con el fín de elegir a sus representantes en tres provincias. Lo que los creadores del sistema suelen llamar “fiesta de la democracia” está volviendo a enseñarnos de nuevo en los últimos días lo grande que es su mentira.
Tras 30 años de división de este país, 30 años de negación, 30 años de imposición, sería bueno recordar a algunas “mentes despistadas” la trayectoria del actual marco político.
Algunos tendrían que recordar aquello de “con este estatuto, navarra en euzkadi”, “con este estatuto, euzkadin euskaraz”, “con este estatuto, los presos a casa” y otras muchas lindezas que utilizaron para vender el “producto”.
30 años es mucho tiempo pero han servido para demostrar que el discurso y el camino que en aquellos momentos la Izquierda Abertzale emprendió en solitario era el correcto. Ahora no es solo la Izquierda Abertzale la que dice que el Estatuto está muerto, o que no es una herramienta válida para construir un escenario democrático en el que todos los proyectos sean posibles.
30 años durante los cuales no se iba al parlamento de Gasteiz y nos reclamaban con insistencia nuestra presencia y ahora nos quieren impedir precisamente que podamos estar.
Sería bueno recordar a los que tan entusiastamente defendían hace 30 años este estatuto, si pensaban que los vascos nos íbamos a encontrar ahora en esta situación, en este estado de excepción policial, donde a una de las opciones políticas de mayor calado se le quiere impedir que se presente en las elecciones del 1 de marzo.
Poco antes de conocerse esa fecha, la del 1 de marzo, Rubalcaba decía que no nos queríamos presentar, que teníamos miedo a las urnas. Estos últimos días sus fuerzas policiales y judiciales inician una campaña para impedir que nos presentemos.
Como ya quedó demostrado en las últimas elecciones municipales de Balmaseda donde a pesar de la imposición española que “ilegalizó” la lista de ANV, los ciudadanos de izquierdas y abertzales nos dieron el respaldo para seguir trabajando y se contabilizaron los votos suficientes para conseguir un concejal. Concejal, que por la legislación española, usurpa un representante del PSOE, pero que la legitimidad de los votantes se la dio a lista de ANV.
LO PINTEN COMO LO PINTEN, LE GUSTE O NO LES GUSTE. Legalidad y legitimidad no son sinónimas. No significan lo mismo.
Podrán hacer todos los esfuerzos que quieran, habilitar San Mames para meternos a todos detenidos, pero el próximo 1 de marzo la Izquierda Abertzale va a estar en la urnas para demostrarle a estos fascistas que Euskal Herria quiere ser dueña de su futuro, que quiere un escenario democrático en el que todos los proyectos sean posibles y que quiere un futuro en paz y libertad.